Ayer se nos hizo algo tarde por
la noche, así que hoy no hemos podido madrugar mucho, a eso de las 9 nos ha
despertado el reloj.
Antes de ponernos en marcha,
hemos desayunado en una pequeña cafetería. Dos capuccinnos y un par de croissants
rellenos de chocolate han sido nuestra primera comida del día.
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Mellieha |
Antes de ponernos a visitar la
ciudad, hemos preferido ir a la oficina de turismo. Ha sido un tanto realista.
Hemos preguntado sobre las cosas que podíamos ver en Mellieha, y la mujer que
nos hemos encontrado al otro lado del mostrador, muy amablemente, nos ha dicho
que en este momento no podía darnos un plano de Mellieha, pero nos ha dado uno
de La Valleta. Uff!! menos mal, no sé qué habríamos hecho sin el plano de la
capital QUE VISITAMOS EL OTRO DÍA. Lo dicho surrealista, entrar en la oficina
de una ciudad y que te den el plano de otra diferente.
Lo primero que visitamos es la
Iglesia de Nuestra señora de la victoria. la iglesia exteriormente es bonita,
pero lo que más atrae de ella, es su ubicación en un espolón rocoso que domina
la bahía de Mellieha, con unas vistas preciosas.
Justo al otro lado de la
carretera, enfrente de la iglesia, está la gruta de la virgen. Está un poco
escondida, tenéis que bajar unas pocas escaleras hasta llegar a la gruta. Esta
gruta es una pequeña capilla situada en una cueva. Dentro hay una fuente a la
que se le atribuyen las propiedades de curar a los niños...cuestión de fe
suponemos.
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Mellieha Bay |
Antes de ir hacía la torre roja,
decidimos visitar un poco la bahía de Mellieha, que tampoco es que tenga mucho.
Pequeñas calitas a pie de calle y una bonita y larga playa de arena, pero
tampoco tan espectacular como se describe en los folletos. Eso sí está tan abarrotada
la playa como el mar.
Antes de iniciar nuestra aventura
por la península, paramos para ver la Torre roja, también conocida como Torre de Santa Ágata, construida por el Gran Maestre Lascris en 1649 para formar
parte de la cadena de torres de señales que unía la capital de Malta con Gozo.
Esta torre es una de las más elaboradas de todas las que se pueden ver en la
isla.
Una vez visitada la torre,
iniciamos nuestra excursión a través de la península de Marfa. Nuestro primer
destino es su extremo para visitar Dahlet ix.Xilep donde hay una pequeña ermita
y una escultura de la virgen. Desde este punto se puede disfrutar de unas
bonitas vistas, eso si el calor asfixiante te lo permite, porque hoy es un día
insufrible.
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Torre Roja - St. Ágata Tower |
Posteriormente bajamos hasta la
bahía de Armier, la más urbanizada de toda la península. Una bonita cala llena
de gente nos ha ofrecido un pequeño descanso. Más abajo está Ramla Tal´Qortin,
una pequeña calita sin arena y rodeada por un pequeño grupo de cabañas. Aquí
decidimos hacer un alto en el camino y liarnos unos sándwich de salami en la
orilla del mar, que ni por esas consigue refrescarnos un poco. Creo que hoy
pierdo 10 litros de agua...
Un poco más tarde continuamos
nuestro camino hacía Paradise Bay, una donde nos espera una pequeña y preciosa
cala de arena llena de gente, pero hace tantísimo calor que no podemos
reprimirnos a ponernos el bañador y pasar parte de la tarde en sus aguas.
Tras este pequeño descanso, hemos
continuado nuestro camino por la peninsula hasta el mirador de Ras Il Qammieh. Un sitio un tanto desolado y no
muy fácil de encontrar. Para futuros visitantes, tenéis que ir por la misma
carretera que a la torre roja, y pasar por delante de esta. Continuando por esa
carretera llegaréis hasta el mirador. Pero ni el lugar ni las vistas merecen el
esfuerzo de llegar hasta él. En otros muchos lugares tienes mejores vistas,
como desde la iglesia de Mellieha por ejemplo.
De camino al hostal, hacemos un
alto en el camino en Mellieha. Llevamos ya unos cuantos días en Malta y por fin
vemos un supermercado, así que aprovechamos para hacer alguna compra, y después
tranquilamente en una terraza nos hemos tomado una cerveza que nos ha sabido a
poco. El calor hoy ha sido agobiante. Insufrible.

Sobre la hora de la cena llegamos
a Buggiba. Hoy con una ensalada de
tomate y mozzarella hacemos para cenar. Parece que el calor nos ha derretido el
hambre. Después de nuestra cena de dieta, nos damos nuestro tradicional paseo
por la bahía, aunque nos retiramos pronto al hostal, mañana tenemos intención
de madrugar.